lunes, 10 de mayo de 2010

La Esperanza

Miguel se había lanzado, estaba lúcido, animado, penetrante, perspicaz. Y esta confianza que transmitía, era recibida por todos como el “Maná”, a lo cual siguió diciendo.
El catalogo de situaciones por las cuales hemos pasado, no es nada en comparación con lo que nos espera. Podemos volver a enamorarnos, nos puede tocar la lotería, podemos recibir una herencia, podemos ver el nacimiento de otro hijo, nos pueden piropear por la calle, podemos encontrar un trabajo quizá mejor que el que tenemos o teníamos, podemos montar nuestro propio negocio y nos pueden llamar en cualquier momento para salvar al mundo.

Soñar es bueno, y hemos de pensar que los sueños se pueden hacer realidad. Cuando una puerta se cierra otra se abre, lo que no acabo de comprender es porque seguimos mirando la que se ha cerrado. Porque seguimos llorando, cuando otra oportunidad se nos brinda. Es la parte de nosotros que se había encariñado con ese estatus.
Cuando compramos un coche nuevo y dejamos el viejo, al salir del concesionario sentimos tristeza de dejar ese que ha pasado tantos y tantos kilómetros con nosotros, ese que ha viajado y ha ido en compañía nuestra a esos lugares tan maravillosos, ese que ha tenido experiencias compartidas.

El cambio de situaciones, viene a ser algo parecido.
Nos acostumbramos fácilmente a algunas cosas y cambiarlas nos cuesta. Seguro, que todos tenemos cosas en casa, viejas. Como alguna camiseta, un juguete, una figura, lo que sea. Y no las tiramos, porque cuando recordamos, esas cosas a las que le tenemos un cariño especial, pensamos que siempre han estado ahí, y que forma parte de nosotros. No concebimos que esas cosas, aunque inservibles, desaparezcan. Son nuestras y tienen un valor incalculable.

1 comentario:

  1. El libro se puede comprar: http://www.bubok.es/libro/detalles/20271/Macerando-los-Sentimientos-para-Combatir-el-estres

    En Google poniendo el título del libro

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