martes, 31 de agosto de 2010

Las Discusiones

Aún cuando todo funciona genial, los matrimonios tienen conflictos y problemas y la forma de reaccionar de la pareja casi siempre es la misma.

Usamos el silencio, sacamos recuerdos de frustraciones pasadas, no queremos oír lo que nos dicen, nos atacamos el uno al otro, muchas veces sin evidencia, nos vamos a dormir enfadados, la tendencia del hombre es levantar la voz y gritar, la tendencia de la mujer es llorar, no queremos aceptar que nos hemos equivocado.

El desacuerdo en si no es del todo malo, alguien dijo una vez Si dos personas siempre están de acuerdo, no hay necesidad de uno de ellos.

Siempre queremos tener razón, en cualquier tipo de discusión.

Aunque muchas veces la tengamos, no sirve de nada si no nos la reconocen, en la mayoría de ocasiones se nos da la razón como a los niños para que nos callemos, por otra parte cuando no la tenemos evitamos decir Perdóname.
En general nos sobra orgullo y nos falta humildad.

Existe una cita de no sé quien que dice No hay nada repartido más equitativamente en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente.

La ofuscación no nos deja razonar y ver las cosas con claridad.

Tenemos que ahondar en nuestra actitud. En cómo nos desenvolvemos diariamente.

Posiblemente lo ideal sería actuar diferente en cada situación, tener varias actitudes para según qué casos. El trabajo, la familia y los amigos. Diferenciar es lo que nos puede hacer ser grandes personas. En el trabajo debemos tener afán de superación y es comprensible que con miedo a no dar una mal imagen, pero en la
Familia o con amigos debemos ser más joviales, alegres y sinceros.