martes, 3 de mayo de 2011

UNA TABLA DE ESPERANZA

A veces la vida se parece a un naufragio, en él tus huesos acaban vagando en la inmensidad del oceano y sin esperanzas de ser rescatado, en el cual, con el paso del tiempo y el continuo golpear del oleaje, no hace si no, minar, y de que manera, el instinto de supervivencia y la valiosisima autoestima. Un estado en el que el agotamiento y la tristeza te pueden llevar a un profundo y sistemático proceso de destrucción, pero... cuando estás a punto de dejar de luchar y convertirte en el canapé de los peces, cuando... en el que piensas que será tu último golpe de mar, el oleaje te regala envuelto con su espuma una tabla de esperanza que te saca a flote y a la que poder agarrar con fuerza... beata no soy, pero eso... si es un milagro.

Rosa Fores

LA PASTILLA ROSA

Rafael despertó creyendo que, en ese instante, se había quedado dormido. Como en otras ocasiones, le entusiasmó la idea de ser consciente de que estaba soñando y sintió como si fuese un personaje de ficción de carne y hueso. Oyó el leve tic tac del reloj de mesa. Parecía haber abierto los ojos en un sábado de festejos, pero se concentró para convertirlo en domingo. Antes de preparar el café, fue al quiosco para comprar el periódico. Todas las noticias hablaban de un mundo en el que él no deseaba vivir. Supo que estaba despierto.

LA ACTUACION

Durante toda la canción Bennett daba golpecitos con el pie y simulaba parecer cautivado más allá de toda comprensión por mi interpretación. Casi consiguió mantener una sonrisa constante, pero no fue capaz. Cuando terminé, depositó el sombreo y el bastón en el suelo y me ofreció un gentil aplauso.